martes, 27 de marzo de 2018

Concepto, necesidad y ámbitos de la biblioteca escolar en el s.XXI

instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
A estas alturas de nuestra vida, todavía surge la pregunta y el debate de si las bibliotecas escolares son necesarias. Y los interlocutores, aunque no lo quieran reconocer públicamente porque parece que queda feo o incorrecto políticamente, son lo más variados: madres y padres, docentes, asesores educativos, responsables políticos de todo nivel y color, etc. Y su vida y obra demuestran su falta de fe y coherencia con este aspecto. Y eso desgasta, más si cabe después de la cantidad de bibliografía editada, textos compartidos, ponencias dadas y documentos oficiales que defienden y acreditan su importancia y necesidad para la calidad de la Educación. Sin embargo, no desfallecemos en la tarea y vamos una vez más. 

Durante el mes pasado he participado como ponente en un itinerario formativo que han organizado las responsables del Programa Educativo Lectura y Bibliotecas Escolares y la Red BIBESCAN de la Consejería de Educación de Canarias a través de la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa (desde aquí agradecer a Edi y Ana, sus coordinadoras, el contar conmigo y enriquecerme con su propuesta en la que espero haber aportado una visión interesante). También, en el próximo mes se materializarán más invitaciones con otros centros y comunidades educativas y alguna jornada formativa que estamos "amasando". Además estoy participando como alumno en el curso del INTEF de Bibliotecas Escolares y AbiesWeb. Todo ello me hace volver a replantearme y reflexionar sobre el título de esta entrada "Concepto, necesidad y ámbitos de la biblioteca escolar en el s. XXI" que tengo intención de publicar también en el blog de la red en la que participo, el Grupo Cooperativo de Bibliotecas Escolares en Red de Albacete pues espero que les sea de interés al resto de participantes y lectores.
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
CONCEPTO DE BIBLIOTECA ESCOLAR Y SU INTEGRACIÓN ESCOLAR Y CURRICULAR.

Son muchos los que hablan de que en esta era digital, las bibliotecas escolares son reliquias del pasado y ya no resultan necesarias. En la mayoría de los casos se basan en la idea de que la inmediatez y facilidad de consulta de Internet y sus diversas plataformas y redes cubren sobradamente las necesidades informativas generadas en la escuela y en el ámbito familiar. ¿Si tenemos la red para qué queremos la biblioteca? ¿La ubicuidad de los recursos online hacen innecesaria el espacio y entorno de la biblioteca escolar? 

Pero lo cierto es que las nuevas opciones sociales a nivel de tecnología nos ofrecen más posibilidades para considerar a la biblioteca escolar, a su equipo responsable y su plan de trabajo todavía más necesarios y relevantes que antes si cabe cuando hablamos de conceptos como el de competencia de alfabetización mediática e informacional cuyo término queda muy claro en este post.
Infografía de Formación en Red del INTEF (CC BY-NC-SA)

Por ello, en los último años hablamos de la biblioteca escolar de una manera diferente al concepto tradicional que la mayoría de la gente tiene en su imagen mental. Antes, las bibliotecas escolares se dedicaban exclusivamente a las tareas de adquirir, organizar y mostrar su catálogo de fondos.
La nueva finalidad de la biblioteca escolar está supeditada a ofrecer y facilitar recursos informativos de todo tipo -físicos y virtuales-, prestando servicios que apoyen el currículo de todas las áreas y materias y dando respuesta a cualquier inquietud y necesidad formativa individual y grupal.
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
Hay tres documentos que considero imprescindibles para entender qué son o deben ser las bibliotecas escolares actualmente.
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
Si hacemos caso a estos documentos, y fruto del análisis personal, me atrevería a concretar la siguiente concepción o definición:
La biblioteca escolar es un centro de recursos para la lectura, el aprendizaje y la información, concebido a partir de un entorno físico y virtual de aprendizaje en el que la lectura, la búsqueda y la investigación, la imaginación y la creatividad son fundamentales para que el alumnado transforme la información en conocimiento y se favorezca su desarrollo personal, social, digital y cultural teniendo siempre muy presentes las necesidades de la comunidad educativa a la que presta sus servicios y configurándose en gestora de los contenidos impresos y digitales que requiere gracias al trabajo de un equipo de responsables.
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
Si analizamos detenidamente esta nueva concepción podríamos extraer, entre otras, algunas conclusiones importantes que considero no debemos olvidar en nuestro planteamiento de las bb.ee.:
  1. La B.E. se concibe como un centro de recursos al servicio del aprendizaje de todo el currículo y las áreas, no solo para el fomento de la educación literaria y la creación del hábito lector, es vital su apoyo a proyectos o secuencias didácticas que fomenten el aprendizaje autónomo y el correcto uso de las fuentes de información. 
  2. La B.E. exige una gestión informatizada central de todos los recursos físicos y virtuales disponibles en el centro educativo con el fin de rentabilizar y facilitar la circulación de los recursos.
  3. La B.E. requiere un espacio físico concreto, amplio, agradable, dinámico y versátil que facilite el trabajo de gestión, el aprendizaje individual y colectivo, el disfrute de la lectura, la convivencia y comunicación y el trabajo colaborativo en tareas y proyectos de aprendizaje lo más diversos posibles que generen conocimientos.
  4. La B.E. debe recogerse en todos los documentos programáticos del centro: proyecto educativo, propuestas curriculares, programaciones y memorias anuales.
  5. La B.E. se relaciona íntimamente con las metodologías activas de aprendizaje que potencian la transformación de la información en conocimiento a través de procesos de aprendizaje individuales y colectivos favorecidos por las estrategias cooperativas de aprendizaje.
  6. La B.E. deja de ser únicamente un espacio físico para convertirse en un entorno físico y virtual: es ubicua. La escuela y la biblioteca no se limitan a un espacio cerrado; los alumnos, docentes y familias son usuarios de la red y participan, de manera progresiva, y en mayor o menor medida, de los recursos disponibles tanto dentro como fuera del centro educativo. ¿Les acompañamos y ayudamos a su formación como ciudadanos digitales?
  7. La B.E. debe fomentar el aprendizaje, cultura y competencias a través de diversidad de fuentes de información, códigos y soportes o dispositivos compensando las carencias y desigualdades existentes en su comunidad educativa.
  8. La B.E. debe responder a las necesidades e implicar las capacidades e intereses de alumnado, familias y docentes.
  9. La B.E. necesita del planes institucionales o acciones no institucionales de cooperación entre bibliotecas escolares y entidades, configurando progresivamente redes colaborativas como grupos o zonas de cooperación bibliotecaria o participando en planes locales de lectura. Ello abre la biblioteca a otras bibliotecas -escolares y públicas, librerías, asociaciones, entidades... facilitando así compartir recursos físicos y virtuales, generar nuevos materiales, difundir buenas prácticas, rentabilizar presupuestos, desarrollar propuestas y promover la innovación y la mejora educativa. Tenemos buenas experiencias sobre ello, institucionales como la recogidas en el informe de la Comisión Técnica de Cooperación de Bibliotecas Escolares del 2016 y no institucionales, como el Grupo Cooperativo de Bibliotecas Escolares en Red de Albacete y procesos de análisis al respecto para facilitar su mejora.
  10. La B.E. debe implicarse activamente en la web social y en los procesos de curación de contenidos digitalesa través de las herramientas y plataformas que seleccione y priorice, como estrategia de desarrollo de la competencia informacional, mediática y digital de la comunidad educativa. Además, gracias a la presencia de la biblioteca en la red y la web social, se convertirá en un entorno facilitador para la creación de relaciones de colaboración y mejora de la biblioteca escolar en relación con otras bibliotecas y centros educativos.
  11. La B.E. debe nutrirse del trabajo de un equipo de responsables, formado por docentes de distintas especialidades (sobre todo en los IES) y apoyada por una comisión mixta de alumnos, docentes y familias que aporten sus capacidades, intereses, necesidades y visiones dispares y complementarias.
  12. La B.E. requiere ser evaluada de manera sistemática y regular con documentos específicos que sean fruto de la experiencia de especialistas y contextualizados en el centro.
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
Sin embargo, todas estas conclusiones son complejas de lograr con un planteamiento tradicional en el que los centros y responsables de las bibliotecas escolares trabajaban o trabajan bajo una visión demasiado simplificada de sus fines y prioridades. Por ello, es importante recoger todas estas ideas, que se deben tener muy presentes actualmente para que las bibliotecas escolares de nuestros centros recobren el valor y la fuerza en el desarrollo de sus objetivos, y que mejor que hacerlo en los proyectos educativos de los centros donde plasmar la relevancia y complejidad que le otorgamos a la B.E. de nuestros centros.


PLANES DE LECTURA, ESCRITURA, INFORMACIÓN Y BIBLIOTECA ESCOLAR.

La biblioteca escolar es la herramienta y el entorno más rentable para promover el fomento de la lectura, tanto como afición a favorecer como de herramienta a potenciar; responde de manera más funcional a la necesidad de alfabetizar en el uso de la información y, bien dotada y gestionada, también a la imperiosa relevancia de alfabetización mediática y digital de la comunidad educativa. Desde la biblioteca escolar nos resultará más sencillo potenciar programas para aprender a buscar, seleccionar, producir y usar la información y el conocimiento. Además, la biblioteca escolar nos servirá para compensar las carencias del entorno y atender a la diversidad del alumnado a través de una buena selección de recursos y servicios.
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
Para todo ello es importante articular unos planes de centro. Dichos planes de centros deberían recoger estos ámbitos o programas de actuación que considero necesarios a la vista de la realidad actual y la bibliografía publicada:
  1. Ámbito de diseño, gestión, infraestructura y recursos físicos y virtuales de la B.E. 
  2. Ámbito de apoyo curricular, alfabetización en información y mediática.  
  3. Ámbito de competencia lingüística y experiencia literaria, fomento de lectura y escritura. 
  4. Ámbito de apoyo a programas de centro.
  5. Ámbito de desarrollo cultural y compensación de desigualdades.
  6. Ámbito de participación y colaboración de la comunidad educativa, otras bibliotecas y entidades. 
  7. Ámbito de difusión, innovación escolar y evaluación.

Para concretar cada uno de estos ámbitos de actuación en objetivos podríamos analizar el documento citado del Marco de referencia para las bibliotecas escolares del MECD, también los documentos publicados por la Junta de Andalucía en su colección "Documentos de referencia para bibliotecas escolares", así como algunos planes de centros educativos de nuestro entorno como los del CEIP. Virrey Morcillo, en el que trabajo u otros del entorno próximo.
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
Algunos ejemplos de objetivos y actuaciones podrían ser:
instagram.com/jmanuelgarrido licencia: CC BY-SA
PARA SABER MÁS:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por aportar.